Verano, la escucha del corazón
El próximo 21 de junio, a las 16:58 horas, es el momento previsto para que la Tierra pase por su punto de la órbita cuando el Sol presenta “su máxima declinación norte”, por lo que este alcanza su mayor “elevación sobre el horizonte”.
El verano relacionado con el crecimiento y la maduración, tanto en la vida de las personas, como a nivel laboral, de proyectos, planes, familia…
En la energética oriental el verano corresponde al elemento Fuego y en nuestro interior el Corazón es el guía hacia la escucha de nuestras emociones y claridad de intenciones y espíritu.
El Fhttps://taosilvestre.com/verano-fuego/uego tiene un poder transformador inmenso, con una energía creativa y destructiva por igual, que es necesario saber gestionar. Si seguimos poniendo energía en nuestro jardín de ideas interno, brotarán las semillas y finalmente darán frutos, pero si dejamos de nutrirlo, pueden marchitarse y perecer. Es un momento para hacer una pausa y esperar a que la energía plantada en la primavera alcance su plena floración. Si la primavera representa acción, el verano representa paciencia.
» El verano se convierte en un momento para trabajar en nosotros mismos y en nuestra capacidad de ser luz y encontrar sentido a nuestro camino, incluso cuando parece incierto.»
El corazón mucho más que un órgano
El corazón es mucho más que un órgano, es el símbolo del amor, el hogar de las emociones, y compañero inseparable de poetas. El corazón es el comienzo y el final de la vida y sus latidos nos transmiten algo más que el ritmo cardíaco. Según la tradición china el corazón es el “Emperador” y representa la Conciencia y la Sabiduría, gobernando el cuerpo con el buen consejo y ayuda de los otros órganos. Acabamos de comenzar el verano, la estación del elemento Fuego, y el Corazón es el órgano Fuego por excelencia.
Hasta el cerebro depende del corazón: tanto de su propia energía –la condición nerviosa rítmica– como de la sangre que lo irriga. Cuando el corazón falla, aparecen las arritmias o los infartos.
Para Ramana Maharshi, además del corazón cómo órgano fisiológico, a su derecha se halla el corazón espiritual, que él señalaba como la sede del ser y en el que nos invitaba a refugiarnos. Hay respuestas que no se hallan en la mente ordinaria, sino en otra estancia de ser que no consiste en saber, sino en no-saber. En la medida en que uno se vacía, uno se llena. Cuando los pensamientos cesan, se revela la luz del ser.
Los antiguos místicos hacían referencia a la cueva del corazón, ese «lugar» en el que uno puede establecerse y hallar reposo para el espíritu.
La medicina tradicional china nos da pistas para saber cómo cuidar el corazón en verano.
1. VIGILAR LA TRISTEZA
Al corazón se le atribuye el gobierno de las emociones: la alegría, la ira, el miedo, la desesperación, el pánico, la reflexión… Si su energía está en exceso habrá alegría y agitación. Si está en defecto, favorecerá la amargura y el pesimismo.
A veces la anemia y la depresión caminan juntas: las heridas afectivas parten el corazón y lo dejan sin energía.
2. TOMAR MÁS TÉ VERDE
Los alimentos de sabor amargo estimulan, por tanto, el corazón y el intestino delgado, aunque en exceso debiliten al pulmón y al intestino grueso.
Por ello, el té verde es muy adecuado para el verano: ejerce una notable acción purgante de calor y fuego.
3. REALIZAR ALGUNOS CAMBIOS DE VIDA
Los cambios en el estilo de vida, la dieta y el ejercicio, así comouna interacción menos hostil y menos agresiva en las relaciones personales, pueden ayudar a desobstruir las arterias sin necesidad de cirugía.
4. ALIMENTAR BIEN EL CORAZÓN
Los cuidados del corazón se basan sobre todo en un conjunto de acciones, en una forma de ver la vida, en un estilo de vivir que se aprende y que ayuda a tener un corazón grande y fuerte.
La dieta basada en vegetales y moderada en sal sigue siendo la más recomendada y con más trabajos realizados a su favor. Son muchos los alimentos que en su forma natural han demostrado bondades en la prevención y tratamiento de enfermedades cardiacas.
Un caso paradigmático es el del ajo (un diente o dos al día), pero también están las nueces, las judías, la avena, la soja, la cebada y, en general, las verduras y frutas, por sus carotenos y sus vitaminas antioxidantes (A, C y E).
Algunos factores a tener en cuenta en una dieta saludable para el corazón:
- Grasas sanas. Las grasas trans y las que tienen un elevado contenido en ácidos grasos omega-6 causan inflamación. Se encuentran en muchos productos animales y en cualquier alimento diseñado para una larga conservación. Las grasas monoinsaturadas, como el aceite de oliva, constituyen una elección mejor.
- Frutas y verduras. Muchos estudios demuestran que una dieta rica en frutas y verduras es buena para disminuir la inflamación. Cuantas más raciones comamos, mejor; un buen objetivo son de 8 a 10 raciones.
- Más fibra. Las dietas ricas en fibra reducen la inflamación. Lo aconsejable es intentar ingerir alrededor de 30 gramos al día, preferiblemente a través de cereales integrales, frutas y verduras.
El ayuno resulta también beneficioso practicado de forma regular a lo largo del año, un día a la semana o bien periódicamente, en ayunos de 7 a 14 días.
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